Escribo, luego vivo

Escribo, luego vivo
VERGEL DE LA PALABRA

UNIVERSO MÁGICO DONDE LOS VOCABLOS ESTÁN HECHIZADOS




lunes, 30 de noviembre de 2009

Escribir...¡ay! escribir



Me llama el papel en blanco
 como si fuera una hechizante luz de luna.
Siento que tengo que escribir
y mil palabras se desparraman
como hormigas sobre la blancura.


Paseos a la orilla del mar,
noches fascinantes bajo el brillo de las estrellas,
amaneceres rojizos bajo el pálpito de la esperanza,
visiones de paraísos en la cima de las montañas,
 besos compartidos con pasión, amor, cariño y...vida.


No quiero otra cosa más que estar aquí,
agazapada entre las comas,
bebiendo letras y fornicando con vocablos.


Mis palabras son supervivientes de la rutina,
sobrevuelan la tristeza y el regocijo,
recuperan abrazos olvidados,
testimonian miradas latentes
 y forjan el futuro punto por punto.

viernes, 27 de noviembre de 2009

De dioses y momentos mágicos



Hay dioses menores que se ocupan
de favorecernos la existencia,
de alegrarnos la vida,
de colocar la guinda del pastel,
de echar flores en el camino
de nuestro trasiego humano,
de aderezar con exquisitos condimentos
los manjares culturales,
de quitarle arrugas a los recuerdos,
de embellecer la patética visión de la realidad.

Sin la magia de la sugestión
no podríamos sobrevivir
a la necedad que nos rodea,
a la injusticia palpable
y a la indignación que nos ahoga.

La rebeldía clama desde el raciocinio
y la ira revienta en las entrañas.
Pero si algo he aprendido en los años que tengo
es que nunca se deben tomar decisiones
cuando la cabeza bulle de indignación
y el corazón se apasiona sin freno.
Hay que enfriarse para decidir.

Templanza
Una virtud que cuesta de conseguir
pero que tengo como meta por alcanzar.

Saber aceptar las cosas como vienen,
en su justa medida,
sin distorsiones dramáticas
ni preocupaciones exageradas.
Para disfrutar sin freno
de los pequeños placeres de dioses menores,
mágicos instantes que gozamos a diario,
deleite de las cosas sencillas
que son la caricia del momento vivido.

lunes, 23 de noviembre de 2009

Todo sigue





Hay un placer exquisito
en la esclavitud de las letras,
en esa cadena de palabras
que te garantizan una prisión de por vida.
No sé si escribo
porque las letras son mi vida
o porque mi vida son las letras.

Lo único que tengo claro
es que escribo porque mi espíritu lo necesita.

Y no se trata de un espíritu etéreo
que no se ve ni se toca
sino de un órgano que no aparece
en las lecciones de anatomía
pero que lo tengo por real,
porque me exige atención,
tiene hambre y sed
y me pide que escriba para saciarlas.

Por ello, no puedo dejar de escribir,
porque soy esclava
de ese extraño miembro de mi cabeza
que fantasea en mis neuronas,
viaja a lugares maravillosos
y se pasea con cada una de mis pisadas.

Forma parte de mi vida
y me hace inmensamente feliz.

jueves, 19 de noviembre de 2009

Errores


Los errores son ese terreno común
en el que todos caminamos.
¿Quién no comete uno pequeñito
en cada día de su vida?
o grande
o gigante
Hay errores que te atormentan
durante toda tu vida
y otros que resbalan
como la arena entre los dedos.
El error está en la genética humana,
seguramente que todos tenemos
un gen erróneo en nuestra cadena de vida.
Recuerdo esos errores nimios
que son meteduras de pata
tan turbulentas como la furia del océano
y que aún me sofocan con oleajes de vergüenza
al venir a la playa de mi memoria.
¡Ojalá que pudiera borrarlos
como se diluye el maquillaje bajo el tónico!
Sin embargo
¡ánimo!
Hay que cargar con ellos
y recordar a menudo que los aciertos
son el aliento para no volver a generarlos.

martes, 17 de noviembre de 2009

Caminando


Nunca detenerse


siempre caminar,


una meta


un proyecto


esperan al final.