Escribo, luego vivo

Escribo, luego vivo
VERGEL DE LA PALABRA

UNIVERSO MÁGICO DONDE LOS VOCABLOS ESTÁN HECHIZADOS




jueves, 21 de enero de 2010

HORA EN EL CIELO


La noche bajó al suelo,
las luciérnagas
volaron al cielo
y Polaris forjaba el destino.


Era el crepúsculo
y cincuenta y siete minutos.

6 comentarios:

Rodolfo de Jesús Cuevas dijo...

Hola, María Teresa, pecesito de mi alma, espero que hoy hayas estado bien y escrito muchos poemas bellos e interesantes como éste.
Un abrazo cálido y tierno para tí.

Anónimo dijo...

y 4 minutos para despertar.
besos

Braulio Pereira dijo...

delicia

ternura

noche
divina
de estrellas


besos en tu cielo!!

La sonrisa de Hiperion dijo...

Yo quiero parte de esa hora para mí....


Saludos y un abrazo enorme.

vuelo de hada... dijo...

Uff y esos 3 restantes?
Precioso a la vez mágico.
Un abrazo amiga ya sabes como me encanta leerte.

Unknown dijo...

Amiga María Teresa; acabo de regresar de tu cielo, venía triste, porque no vi ningua estrella, pero he vuelto a la felicidad al encontrar aquí en la tierra, la luz que había ido a buscar tan lejos.
Hasta luego. Gracias por tu visita y comentario.
Jecego.