martes, 26 de enero de 2010
SEDUCCIÓN INVERNAL
Pues si, aunque parezca todo lo contrario, ¡ya ves! todos tapados de pies a cabeza, con botas enormes y gruesos calcetines, bufandas y gorro de lana, camisetas afelpadas, capas y más capas de ropa hasta el extremo de parecer osos urbanos errantes bajo el cielo gris, el viento, la lluvia y la nieve.
Sin embargo, algo tiene de atractiva esa superposición de ropa que no deja entrever las curvas, que incita a la imaginación para adivinar lo que hay debajo de esa espantosa trenka rígida y monoforme, que provoca a la fantasía para que discurra el modo sensual en que se puede despojar prenda a prenda con lentitud enervante.
Llueve y sopla el viento pero en casa se está caliente y protegido. Deseas llegar cuanto antes, quitarte esa ropa que entorpece los movimientos y echarte en el sofá, con un libro -tal vez “El amor en tiempos de cólera”-, una taza de chocolate caliente y una buena compañía al alcance de los dedos.
En el hogar de uno se puede encontrar lo que se busca. Sin ir más lejos.
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10 comentarios:
Alguna ventaja debimos poseer por estos lejanos lugares tropicales: una eterna y permanente primavera; mas, el invierno también posee su secreta belleza...
Un abrazo tierno y cálido para ti, María Teresa...
Cierto, la imagen es muy atractiva,
mucho mas que si estuviera tapada
hasta arriba y con bufanda
Muy bonito tu texto.
feliz semana
un beso.
si creo que si
en casa se rompe limites
tu sentir es muy intenso
un besazo!
Amiga María Teresa, a veces pienso que tengo 20 años, pues no veo en tu foto nada de lo que dices; solo veo en el cristal de la ventana, una imagen de un sirena saliendo del agua, y cada gota que caía de su cuerpo, era un lago para mi mirada, que la empañaba y no me dejaba ver la rosa de tu cara. Descubrí que por delante era tan hermosa como por detrás, pero diferente.
Siento no coincidir con Rodolfo y RMC, pero es lo que pude ver en aquel cuadro.
Amiga, tus palabras despiertan imagenes encontradas.
Que Dios te bendiga.
Jecego.
Desnudar la piel, como pétalo, como mudando las escamas,buscando descubrir el cuerpo dentro de todo ese cúmulo de capas de cebollas que nos protegen quizás más de un frío interior que de un temporal de lluvia y nieve. Terminar en la piel más cercana, la que suele calzarnos mejor; la piel del hogar.
Muy buenas imágenes, cotidianas, reflejadas de una realidad; sin dudas.
Gracias por tu visita.
Saludos
tu conclusión es muy, pero muy certera. FIDELIDAD!!
un beso
Bendito calor del hogar, el reposo del guerrero..
un abrazo
bonito texto.
Bonito blog.
Saludos blasianos.
Ese es el GRAN REFUGIO.
La última frontera.
Besos.
El hogar es eso: el hogar...
Gracias por tu visita, MªTeresa.
Un saludo.
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