Tenía que salir de allí, empezar de cero.
Estaba harta de pensar que cada día era el último en este oficio peligroso.
Borró sus expedientes como si quemara sus naves, había dejado de existir en todos los registros.
Jamás volvería a ser la que era ahora, aunque una nueva identidad no borraría el dolor de su corazón herido.
Por lo que decidió dejarlo en hibernación.
miércoles, 17 de enero de 2018
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
9 comentarios:
A veces es lo mejor, los cambios drásticos puede traernos arrepentimientos.
Besicos muchos.
Cuando no se está cómoda en una determinada situación y ves peligrar hasta la salud lo mejor es cortar por lo sano.Besicos
De vez en cuando se hace necesario algo así, es mejor a tiempo que nunca.
Un abrazo.
Las heridas del ánima son las más complicadas de sanar. Cambiar de vida puede ser un arte en cuanto a las formas, pero desde luego, lo que restaña por nuestra xeniteia -¡el desierto interior en el que todos braceamos!-es lo que requiere de voluntad y porfiar una y otra vez.
Atentamente,
R e p o r t e r .
No lo haría
pero siempre respeto
el derecho a escaparse
y empezar de cero.
Me ha gustado como escribes corto bello sin vueltas
un placer el haber pasado por aqui
The magic touch of words!
Hugs
Una bella forma de escribir a la vida
Me ha gustado entrar aquí
Acabo de conocerte llegué navegando un lunes por el internet regreso a Miami
Me has gustado
Publicar un comentario