Quédate en silencio
y
permanece conmigo.
Mira la luna que susurra
versos antiguos,
que riela en utopías,
que arde en ternura,
invicta sobre las tinieblas.
Nosotros dos,
alquimistas
de la noche,
confabulados bajo el cielo,
embozados en besos hechiceros
de tu
boca a mis labios,
besos de fuego que todo lo iluminan,
besos que son
ambrosías,
besos que reinan en las sombras,
besos de luna que saben a gloria.
Besos de prefacio sin epílogo.