Llega septiembre con el fresco aire marino
jugando con las gaviotas,
la arena reposada con aroma de canela
y el encaje de espuma engalanando la orilla.
He contemplado en la playa
un amanecer espléndido,
rosado y áureo,
el sol surgía tras el horizonte
como un mensaje de esperanza.
He sentido el aliento de Dios al alba.
miércoles, 5 de septiembre de 2012
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