Las margaritas del jardín,
blancas, amarillas y moradas,
desbordan de belleza
y esta mañana he pensado
llevar un ramo al cementerio.
Este ritual puede ser muy consolador.
Cuando enterramos a mi padre,
yo estuve yendo al cementerio
todos los días durante semanas.
Me parecía que podía seguir gozando
de su cálida cercanía a través
del frío mármol del nicho.
Ahora apenas voy,
tan solo alguna vista esporádica
porque sé que mi padre no está allí,
tan solo queda la presencia física
del cuerpo que lo acompañó en vida.
Ahora no hace falta que vaya,
a mi padre le llevo siempre conmigo,
en mi corazón, y cada día le pido,
con el proverbial egocentrismo
de hija tan querida como fui,
a la que siempre concedió todos los caprichos
y respaldó en todos los sueños:
“Papá, cuida de mis hijos”.
Y estoy convencida de que,
como en vida lo hizo,
se desvive por hacer realidad
todos mis deseos.
jueves, 20 de febrero de 2014
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21 comentarios:
Es como muy bien dice, María Teresa, los buenos recuerdos de aquellos seres queridos que ya han partido, son los que prevalecen en en nuestro corazón, y ese amor, es el que perdura porque sigues vivo.
Gracias por compartir.
Un abrazo.
Siguen vivos.....
Mientras se recuerden siguen vivos,esto es lo que yo creo.
Un abrazo.
Absolutamente emotivo. Creo en verdad que quienes se alejaron físicamente de nosotros, en realidad nunca mueren porque viven en nosotros, en nuestro corazón y en nuestra mente en forma de gratísimos recuerdos inolvidables y el amor que sentimos permanece intacto.
Muy bonito, de veras que sí.
Besos.
Es así, Ma Teresa, viven en nuestro recuerdo, muchas veces sueño con mi mamá y mi papá, y revivo su presencia, un abrazo!
Yo apenas voy al cementerio,es algo que no me agrada, a mis padres les recuerdo a diario y los tengo en fotos en casa y miro esas fotos muchas veces.Besicos
Mientras permanezca en tu recuerdo, vivirá.
Me ha encantado el poema,me identifico con él.
Un abrazao
Una entrada muy entrañable. Abrazos
Puedes estar segura MTeresa, que tu padre os prog¡tege a todos.
Por si te sirve, a mí no me gust air al cementerio, no creo que sea necesario, si los llevamos con nosotros.
Besicos muchos.
Yo te comentaré que eso de creer firmemente de su presencia espiritual a mi lado, es lo que me hace vivir su ausencia carnal.
Mis padres fueron algo fuera de serie,y ellos me mantiene, día a día con la fortaleza necesaria.
Y a sí amiga mía es como podemos ser felices.
VALLA PARA TI MUCHA FELICIDAD Y GRANDES ABRAZOS.
Es muy hermoso sentimiento MTeresa !!! Emotivo gesto las hermosas margaritas de colores , y a sus pies ?...es como arroparlo de amor....
Tienes un bello corazón donde un día tu querido papá traspasó parte de sus latidos para que tú nacieras ....
Un muy fuerte abrazo
Cristina
Pues es así mi querida Mª Teresa. Cuando era niña me gustaba ir al cementerio, pero cuando enterré a mi primer familiar, dejé de ir sabiendo que ya estaba con Dios y que desde el cielo ayudaría al resto de la familia. Hoy los tengo todos en el cielo y están siempre a mi lado, no hay día que no me acuerde de ellos.
Un abrazo
Sor.Cecilia
Seguro que sí, que desde allí en donde está vela por ti y por tus hijos. Y el mejor lugar para llevar al padre puesto es en el corazón, no me cabe duda alguna.
Un fuerte abrazo
qué precioso! Me ha encantado..lleno de emoción y sensibilidad...Te sigo!
Gracias por tu comentario en mi blog!
Los recuerdos de los seres querido siempre se llevan en el corazón, lo de ir al cementerio es un rito, como dices en tu entrada lo que está en el nicho es el exterior que envolvió lo esencial de tu padre, a tu padre lo llevas dentro de ti.
Gracías por tu visita, estoy de acuerdo con lo que me dices en tu comentario, efectivamente la egolatría trae consigo la soledad.
Besos, felicidades por tan entercedora poesía que dedicas a tu padre.
Vivirán eternamente mientras sean recordados, mientras estén en nosotros. Gran homenaje a tu padre MTeresa.
Abrazos.
Que hermoso poema inspirado por ese amor de un padre que aunque no esta fisicamente se lleva en el corazón y se recuerda siempre.
Me ha encantado leerte.Con tu permiso me quedo por aquí.
Abrazos.
LETRAS MUY PROFUNDAS Y SENTIDAS.
UN ABRAZO
¡Hola tesoro! Que bello lo que has escrito. Yo he perdido a mi padre así que me ha tocado en lo más hondo. Gracias por compartir tu virtud de escritora. Un beso grande y buen fin de semana.
Siempre estan presentes en nuestro corazón,María Teresa, me han emocionado tus versos, un abrazo.J.R.
Precioso, yo también pienso que no es imprescindible, ni siquiera necesario visitar el cementerio para sentirlos cerca,porque donde realmente habitan por siempre es en nuestro corazón y en nuestra memoria, que no nos falten ni el uno ni la otra, porque entonces sí que los habremos perdido definitivamente.
Besos
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