Existen rincones
que inspiran serenidad
y animan a
la reflexión.
Con el mar me siento
al alimón, fusionada, ecléctica…
como si
hubiera nacido
para convivir en su hábitat,
vestirme con el encaje de las olas,
bailar con los volantes de la espuma, maquillada por sus azures irisados
con
pinceles de agua y sal,
peinada por el tridente de Neptuno, ornamentada con
estrellas y caracolas…
Cualquier día de estos
aprendo a bucear
y me bajo
a buscar las nereidas.
Aunque me temo que en el abismo marino
se me mojaría el
papel y no podría escribir.
Nada es perfecto.
4 comentarios:
Una bella oda al mar,el lugar de donde surgió la vida.
Un placer volver por tu blog, Mª Teresa.
Un abrazo
Bella sinfonía con notas que bailan a barlovento y sotavento
Un avrazo.
El mar siempre es un buen recurso para sentirse bien y dedicarle bellas palabras. Abrazos
El mar es mágico y nos anima a soñar, pero cómo bien dices nada es perfecto y cuando se "enfurece" a mí me produce pánico ya que se puede llevar muchas vidas hacia su fondo sin la esperanza de ver esas nereidas de fantasía que tanto deseas "ver". Besicos
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