Siempre andamos ocupados,
el tiempo se nos escapa entre los dedos
como si fuera un objeto de escaso valor
y, al fin, me doy cuenta de que es
lo más valioso que poseo.
Tal vez sea este momento,
en septiembre,
el propicio para organizar
mi tiempo de trabajo,
mi tiempo de ocio,
mi tiempo de lectura,
mi tiempo de escritura...
Lo que no voy a limitar
es mi tiempo de amar.
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3 comentarios:
El tiempo pasa volando así que lo tenemos que aprovechar al máximo y pensar que lo que no hagamos hoy ya no se podrá hacer nunca más en ese momento.Todo tiene su tiempo y lugar y para el amor no hay que escatimar.Besicos
Como decíamos ayer...
Eso es lo más importante, nunca dejemos de amar.
Tras cuatro meses de ausencia en mi blog por mi delicada salud, regreso con un poco de respiro, aunque no estoy recuperada , paso a ver a los amigos mientras pueda.
Un abrazo María Teresa
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