Contemplo la belleza del amanecer,
aspiro el aroma
limpio de la mañana,
se me estremece la
piel,
escucho el gorjeo de las aves,
paladeo cada segundo.
Salgo a la mañana
y me impacta el silencio
bajo el
cielo rojizo.
Ni el motor de coche
alguno.
El campo está en sosiego.
Aspiro el aire puro de la mañana
y mis ojos
se llenan de la belleza de la sierra.
Estoy viva un día más
y doy gracias a Dios.
Buenos días, amigos.