Escribo, luego vivo

Escribo, luego vivo
VERGEL DE LA PALABRA

UNIVERSO MÁGICO DONDE LOS VOCABLOS ESTÁN HECHIZADOS




miércoles, 24 de febrero de 2010

Te quiero porque tienes...



Te quiero porque tienes
las partes de la mujer en el lugar preciso
y estás completa.
No te falta ni un pétalo,
ni un olor, ni una sombra.

Colocada en tu alma,
dispuesta a ser rocío en la yerba del mundo,
leche de luna en las oscuras hojas.
Quizás me ves,
tal vez, acaso un día,
en una lámpara apagada,
en un rincón del cuarto donde duermes,
soy la mancha, un punto en la pared,
alguna raya que tus ojos, sin ti,
se quedan viendo.

Quizás me reconoces
como una hora antigua
cuando a solas preguntas, te interrogas
con el cuerpo cerrado y sin respuesta.

Soy una cicatriz que ya no existe,
un beso ya lavado por el tiempo,
un amor y otro amor que ya enterraste.
Pero estás en mis manos y me tienes
y en tus manos estoy, brasa, ceniza,
para secar tus lágrimas que lloro.

¿En qué lugar, en dónde, a qué deshoras
me dirás que te amo? Esto es urgente
porque la eternidad se nos acaba.
Recoge mi cabeza. Guarda el brazo
con que amé tu cintura. No me dejes
en medio de tu sangre en esa toalla.




POEMA DE JAIME SABINES
Poeta mexicano
(1926-1999)

sábado, 20 de febrero de 2010

Deseos

Bésame despacio
con labios anhelantes,

cubre mi piel con tu piel

navega en mi mar

asciende a mis montes

baja a mis abismos

llena mi esencia con tu fuerza

poséeme entera ahora mismo
...después  ¡siempre!





miércoles, 17 de febrero de 2010

DA














San Pablo refiere en sus escritos
lo que Cristo había dicho:
“es mejor dar que recibir”

DA
buen ejemplo a todos
una sonrisa al triste
un consejo al desorientado
instrucción al ignorante
limosna al pobre
ropa al desnudo
trabajo al parado
un rato de tu tiempo al aburrido y abandonado
lectura al que sabe leer
oídos pacientes a quien te cuenta sus desgracias
caricias al niño que pasa a tu lado


DA porque Dios, que no se deja vencer en generosidad,
ha prometido el ciento por uno de todo lo que demos por su amor.





domingo, 14 de febrero de 2010

DÍA DE LOS ENAMORADOS



Ella dijo:


A una determinada edad,
el único placer
que la vida te concede
es
el de comprarte ropa.

Y se echó a llorar.

viernes, 12 de febrero de 2010

SUPERVIVIENTE

Necesitamos romanticismo

Jilgueros que cantan al alba
romances del medievo.
Encantadores de quimeras
que surgen a la medianoche
y se disfrazan de trovadores
para robarte el alma.


Sin embargo, en verdad,
¡Qué importan las palabras!

No tienes que rimar versos
para declarar el amor,
tan solo mirar al fondo
de esos ojos de enfrente
con los que te despiertas cada día
y mostrarle lo que significa para ti.


Sobrevive el amor a los golpes del destino
y cristalizan los sueños en la realidad de cada día.

martes, 9 de febrero de 2010

Promesas



Me dijiste que me querías mucho,
que harías cuánto yo pidiera
sin importar lo que fuera.


Yo te pedí una estrella.


Me miraste desconcertado
- ¿Una estrella, cariño?
Asentí con la cabeza
-¿Estás segura, mi vida?
Volví a asentir
-Bien, no se… bueno, es bastante improbable conseguir… ejem ¿Para qué la quieres, corazón? Pides un imposible.
-Tú dijiste lo que quisiera
-Bueno, tesoro, eso es un decir, pero luego… 
-¿Dices por decir?
-¿Cómo dices, belleza?
-Que dices por decir
-¡No, amor! te quiero y por tí haría…
-Quiero una estrella
-Vamos,vamos, reclina tu cabecita, estás confundida, tienes calenturas, seguro…
-¿Vas a traerme la estrella?
-Pero, mira que eres…¡zopenca!
-¿Ya no me quieres? ¿Ya me insultas?
-Me vuelves loco
-¿De amor?
-¡Qué chica tan rara!… a ver si te aclaras
-Sigo queriendo la estrella
-Y dale, anda tú que… mira, bonita…
-¿Si?
-Que estás majara, niña

Y se marchó zumbando
Cerré los ojos y me pregunté  cómo no vio la estrella, la tenía delante sólo con mirarme.

viernes, 5 de febrero de 2010

Definición


 Amante es el que te dice en una hora
lo que tu marido no te dice en una semana.

martes, 2 de febrero de 2010

Volver a empezar




Somos tan afortunados
que la vida nos concede
segundas oportunidades.

Será porque
somos ángeles
expulsados -o no-
de nuestro paraíso,
caídos -o no-
del edén olvidado.