Escribo, luego vivo

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VERGEL DE LA PALABRA

UNIVERSO MÁGICO DONDE LOS VOCABLOS ESTÁN HECHIZADOS




martes, 15 de enero de 2013

Una pizca de frío

Tras un diciembre cálido y agradecido
con premonitorias flores de azahar,
llega el frío,
el discreto frío levantino,
matizado por el sol brillante
y el purísimo dombo celeste.
Me gusta el frío cuando estoy en casa
con la chimenea encendida
y los troncos llameantes.
Me gusta el frío cuando voy abrigada
con lana, guantes y bufanda
y se me hiela la risa y la cara.
Me gusta el frío cuando mis perrazos
se refugian en la casa, enroscados
al calor y a mi cariño.
Me gusta el frío cuando leo
 sin prisa ni descanso
con el té y el cobijo del silencio.
Me gusta el frío de mi tierra,
breve, limpio y sencillo,
sin patéticos menos cero.
Me gusta un poco de frío,
una pizca,
un adarme,
una migaja...
tan solo con eso me conformo.

29 comentarios:

Antonio M dijo...

Hay que ver lo que se pierde la Física de belleza, olor y sentimiento cuando dice que el frío no existe, es la ausencia de calor.

Unknown dijo...

Me gusta el frío aunque soy más extremista, cuando nieva subo a la montaña a empaparme de blancos, a hacer senderos con mis pisadas, a ser andariego de caminos blancos, a sentirte rodeado de soledades compartidas, compartidas con esa naturaleza y su belleza.

Me gusta el frío, y me gusta tu texto, me gusta el chisporroteo de la leña en la chimenea, ese calor de hogar.

Un cálido saludo

CURRO dijo...

Lo que mas me impresiona de la nieve es su doble silencio.
El propiamente dicho y el visual.
Cuando nieva se suspende todo estrépito, amaina el viento y sube la temperatura.
Antes y después de nevar hace mucho mas frío que mientras nieva. Bajo el manto de la nieve la temperatura siempre es mas cálida que al exterior.
Durante la nevada, aun nevando de lado, amaina la ventisca, cuya violencia siempre es mayor cuando no hay nube.
El agua líquida carece del sosiego de la nieve, es inquieta y rumorosa. No protege a la tierra, sino que la arrastra en turbión por los desaguaderos.
Los copos, en cambio, tienen tal levedad, que bajan como columpiándose despacito.
Bajan y no caen. Se van posando levemente sobre la tierra y los objetos, meciéndose, gustándose en su ocultación del paisaje.

Y así, la nieve va cubriendo con su manto la santa tierra y los objetos que sobre la misma se yerguen.
Poco a poco, va uniformando el terreno, limando las asperezas naturales y las debidas a humanas manos.
La uniformidad es de colores y de formas, de modo que hermosea y destaca los hitos y los colores relictos tras su caída.
Hace cesar las voces de natura suspendiendo toda actividad de muebles y semovientes.

Por eso, tras la nevada, queda ese silencio auditivo y visual que incita a los niños a profanarlo con sus huellas y sus risas, que resuenan mancillando su virginidad primigenia, como para infundirse el valor de romper ese SILENCIO acongojante, pero también motivador.

Iguala a los objetos y a los seres, uniformando a los primeros y suspendiendo la actividad ordinaria de los segundos, recordándoles, de repente, que forman parte de un todo y cuan pequeñita es su vanidad.

Las gentes que no conocen la nieve no ejercitan la introspección. Son vanas, alegres y ruidosas. Su música tiende al estruendo y sus costumbres al escándalo.

Los paisajes nevados me conducen al sueño de la libertad bajo el manto uniformador de la igualdad ante la Ley.

Nereidas-andresdeartabroblogpost,com dijo...

Me gusta el frío cuando tengo un abrigo sin estrenar o cuando las botas me quedan bien y cuando sé que encontraré rápido un adarme de calorcillo en cuanto empiece a enfriarme.
Me gustan las llamas de las chimeneas y el decrepitar de los leños y cuando me llega la ensoñación y las llamas dibujan la silueta fría de tu cara y de tu cuerpo abrigado .
Me gusta como expresas las sensaciones.
Besos.

el chico de la consuelo dijo...

en mi tierra
el frio te abre la cara
como cuchillos de cierzo.
Se agazapa en las esquinas
y te ataca de repente como un bandido
en medio de la noche
levantandote la capa
para dejar al descubierto tus desvergüenzas.

Joaquín Galán dijo...

Cada estación tiene su encanto y hay que saber disfrutarlo.Tenemos la suerte de tener cuatro estaciones que nos cambian el paisaje.En otras partes del mundo solo tienen una y debe de ser muy aburrido..¿no crees?

Abrazo.

LA CASA ENCENDIDA dijo...

bueno, no está mal un poquito de frío, pero hoy aquí afuera estamosa 1º, jejeje.
Tu poema lleno de vida como siempre.
Besicos muchos.

José Manuel dijo...

Como bien dices una pizca de frío bienvenido sea, hasta pueden hacerte sentir bien. Pero yo soy más del calor, me da más vida y me inspira mejor.

Besos

De barro y luz dijo...

Es que estos, para nosotros, "fríos", resultan simples "fresquitos" para muchos. ¡Si hasta cuando algún año nieva un poquito lo celebramos!
lo reconozco, tenemos un clima privilegiado...bueno, en Canarias, más.


Bss

Juglar dijo...

Un poema encantador.
Tenemos gustos similares. Sentir el frío pero sin los extremos... y leer y el té y los versos que fluyen al calor del hogar.
Un abrazo, cálido también.

Ricardo Tribin dijo...

Una linda apologia al frio.

Un abrazo grande!!!!!!!!!!!

Juan A. dijo...

A veces es mucho más de lo que quisiéramos.

Bisous.

Anónimo dijo...

A VECES POR MUY EXTREMOS LOS MOMENTOS, SON RECONFORTANTES.
UN ABRAZO

Yo dijo...

Hola,vine agradecerte tu visita a mi humilde rincón,se bienvenida y vuelve siempre que quieras por allí.

Gracias por ser tan amable de leerme y dejarme tu valiosa opinión.

Saludos.

Carmen Silza dijo...

El frío es necesario como el calor, o aún más, por el tema de la conservación, pero no por otra cosa, yo soy del calor, si por mi fuera, siempre primavera, funciono mejor.Besos Maria Teresa.

Rodolfo de Jesús Cuevas dijo...

Mis saludos cariñosos, apreciada María Teresa:

Hermoso escrito éste, amiga querida, en que resaltas tú las agradables bondades del frío. Me encantó, como también me encanta el frío y leer en su discurrir, con un buen pozuelo de chocolate caliente a mi veras o, ¿cómo no?, estar refugiado en los angelicales brazos de la mujer amada... me encantó.

Recibe, amiga querida, mis siempre afectuosos y muy fraternales abrazos Y que tengas un muy feliz, próspero y bendecido Año 2013.

Betty Mtz Compeán dijo...

Que bello poema. A mi solo me gusta el frio porque es entonces cuando mas se goza de la calidez del hogar y de un buen te calientito. Pero sin el sol y su calor no funciono.
Amiga, un gran abrazo lleno de afecto.

Anónimo dijo...

Pues si te gusta te invito, ya que aquí hiela al medio día, pero en medio de este frío, me gusta el calorcito de una buena chimenea, con llamas vivas y brillantes, un buen libro y buena musica de fondo.
un abrazo.
Ambar.

Narci M. Ventanas dijo...

Me gsuta el frío si puedo permitirme mirarlo desde el otro lado del cristal, junto a una calefacción o braserito, tapadita con una manta y con un buen libro entre las manos... y en todo caso, prefiero la lluvia.

Pero si es en pequeñas dosis, a mí también me gusta el frío.

Besos

Patry dijo...

Hola Teresa!! A mi también me gusta mucho disfrutar del invierno, sobre todo teniendo chimenea, ¡lo adoro!
Qué preciosas palabras escribes, que tranquilidad transmiten, qué paz más buena.
Espero que hayas tenido una buena entrada de año con tus seres queridos, y que el resto del año sea mejor.
Un abrazo caluroso. Besos preciosa

Maria dijo...

Me va mucho más el frio que la calor y es por eso que disfruto también más el invierno.
Saludos.

Evanir dijo...

A saudade é a maior prova do que o passado valeu a pena nossa grande amizade
e o tempo vai passando os laços se tornam cada dia maior.
Agradeço por estar presente nos bons e nos maus momentos.
Aqui passei os melhores 7 anos de minha vida, fiz amigos, muitos dos quais,
me acompanharão para sempre.
Por isso tenho que comemorar a vida sempre.
Devo esquecer aqueles que me impuseram obstáculos infundados e agradecer àqueles que me impulsionaram adiante.
É hora, mais do que nunca, de valorizar as amizades e os conhecimentos adquiridos aqui.
Esse é um momento especial! É hora de olhar para trás e ver por tudo o que já passei.
Sem dúvida, muitas tristezas e conflitos mas, felizmente, por inúmeros bons momentos,
de alegria, de vitórias e de amizade sem Fim.
Esta tudo em paz estou voltando aos poucos
meu carinho por é muito grande você sua amizade me da a coragem
que preciso para continuar
lutando vivendo sorrindo e amando.
Um feliz final de semana beijos na sua alma,Evanir.

Moon dijo...

Ese frío que describes es algo natural y en eso radica su atractivo. Las temperaturas que son propias de su tiempo casi siempre nos pillan preparados. Son otros fríos los que te suelen congelar el alma y lo que se tercie, por más bufandas que una se ponga por encima.

Hermoso texto.

Saludos.

Moon.

JUAN dijo...

Hola María:

El frío también tiene su encanto si cabe en eso de estar cobijados a la lumbre y con una agradable compañía.

Te envío un saludo cordial y gracias por tu visita y tu comentario.

Maite dijo...

A mí también me gusta una miaja de fríi pero sólo un poquito porque en estas tierras de Castilla hace demasiado frío.

Dulce poema al frío...

un beso



marcelo dijo...

Qué fácil lo haces Teresa,
tan sencillo y bello, con solo el frío y lo que te rodea.

besos.

Martín dijo...

Uno generalmente en verano desea los días de frio y en invierno los días de calorcito.

Las paradojas y contradicciones del ser humano.

José Antonio del Pozo dijo...

me gusta también un poco de frío en el rostro... para luego guarecerlo entre las lineas de tu poesía, tan cálida y acogedora.
saludos blogueros

teresa dijo...

Teresa, estoy contigo, a mi me encante el frio, será por aquí en Córdoba estamos muchos meses echandolo de menos, que cuando llega nos encanta.
No tengo pereza para nada cuando hace frio.
Siempre lo he dicho, el frio se puede combatir, con un café caliente, abrigandote bien, junto a la chimenea que invita a leer a escuchar música, a un sin fin de cosas. Pero la calor "imposible" el aire acondicionado es un rollo y ni siquiera en la piscina te puedes refrescar pues en cuanto se secas ya estas otra vez sudando. Cada dia soporto menos el verano.
Me ha encantado volver a visitarte y a aleerte.
Un beso.